Aunque
la República de Ecuador, como la mayoría de los modernos estados
latinoamericanos, no se forma hasta comienzos del siglo XIX (concretamente, en
1809), la literatura ecuatoriana aglutina también los textos escritos en el
territorio que en esa fecha pasó a ser independiente durante la época colonial.
De esta manera, habremos de considerar como parte de su literatura, por
ejemplo, las crónicas coloniales escritas por descubridores e invasores, así
como cualquier otra literatura producida durante la era colonial.
Una
característica común a toda la literatura ecuatoriana es su naturaleza
básicamente costumbrista y, por lo general, unida casi exclusivamente a los
sucesos y las costumbres más propiamente locales. Los autores ecuatorianos han
querido hacer ver cómo es la vida del ciudadano común, tanto el habitante del
campo como el habitante de la ciudad.
La
literatura ecuatoriana tiene una trascendencia bastante considerable, con una historia muy amplia interesante con grandes escritores que han
sobresalido en este arte, sin olvidar la influencia que han tenido basándose en
ideologías de otros escritores. Lamentablemente la lectura se va perdiendo en
las costumbres que deben tener los seres humanos, pero la realidad es que
algunos escritores sólo se basan en escribir cosas que piensan que los lectores
buscan, se ha perdido el valor de escribir con el objetivo de mostrar lo que se
siente y piense, pues, de esta manera la literatura sería muy natural y no algo
forzado a narra hechos que los lectores quieren sino ir más allá y escribir con
el verdadero significado; ya que para escribir sólo basta dos cosas
fundamentales que es tener algo que decir y decirlo, según las palabras de
Oscar Wilde. Rescatar valores primordiales es obligación de todos como lo es la
lectura.
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